¿La moda? Un universo, un vicio, un sentimiento, mi medicina, mi perdición, mi locura, mi amor...

¿Las tendencias? Un modo de expresarla, aunque no siempre a medida de todos.

¿La ropa? Mi descaro, la comodidad, la sencillez, la transgresión, la rebeldía, la sensualidad, la pasión, el glamour, la versatilidad...

Haz de todo ello una HERRAMIENTA, no una simple OBSESIÓN.

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11 mar 2012

8/3/12: experiencia y compras de Marni

Bueno, ahora toca hablar de la experiencia de Marni y de mis adquisiciones

Dos horas de cola bastaron para conseguirlo. Llegué a las 8 menos cuarto en la tienda. Entonces había unas 20 personas delante mío. Me coloqué detrás de una mujer que se entretenía con varias revistas, sentada en un taburete portátil que se había llevado ella misma. "Debe de ser experta o lleva asistiendo a varias colecciones", me dije. 


Llegaban más personas cada 20 minutos. Entonces unas muchachas muy simpáticas nos sirvieron capuccinos y magdalenas. Pasaba el tiempo lentamente, pero alternaba leyendo la cosmo que me había traído mi padre y escuchando música del móvil. Mientras, algunas se mordían las uñas, otras lanzaban miradas de envidia a las invitadas vips que accedían una hora antes al evento y que podían cotillear, comprar y probar a sus anchas, sin preocuparse por el tiempo. 


Por fin tocaron las 10. La gente, ya nerviosa y con cierta mirada agresiva, esperaba ansiosa su turno para entrar. 10:05: alrededor de 15 personas entran en la tienda. Fui una de las afortunadas. Subí las escaleras, la colección se encontraba en la planta de arriba. Un segundo me bastó para comprender que eso sería misión imposible. Un segundo fue suficiente para observar que el espacio con las prendas era mínimo y que éstas no se repondrían de nuevo. 


Preferí quedarme separada del resto de compradoras mientras observaba el panorama: maniquís al suelo, perchas mal colocadas, pisotones, chillidos que expresaban desesperación, manos que arramblaban con lo que encontraban procurando no dejar nada a las demás, dependientas al borde de un ataque de nervios... Durante la escena miraba embobada la situación. No sabía que hacer. Ya habían desaparecido todos los collares y las camisetas no las veía por ninguna parte. Me sentía como una niña que prueba de entrar de un salto en la comba pero que temerosa, no se atreve a hacer nada. 


Decidí espabilarme. Probé suerte preguntando a una dependienta si podía llevarme el collar blanco del maniquí. Habló con un superior y me lo cedió, pero no contaba con que una chica ya lo había pedido antes. La chica comprendió lo que ocurría. Mientras llevaba la bolsa completamente llena, la mía brillaba por la ausencia de prendas. Entendió que ese collar no "le pertenecía" y tras una acto de "caridad", me lo cedió a regañadientes. Alegre por no irme con las manos vacías, probé de conseguirlo en negro. 


En la cola de los probadores pregunté a varia gente si lo tenía en negro. Una chica que hablaba en inglés me respondió que no lo tenía, y tan desesperante era la cosa para conseguir el mayor número de prendas posibles, que en caso de que no me lo quedase, me dijo que no me preocupara, que ella lo quería. La miré con cara de tonta, "otra aprovechada", pensé.


Una mujer me lo cambió. Incluso parecía más agradecida que yo porque decía que le faltaba en ese color (tenía 3 en negro y ninguno en blanco). 

Entonces bajé las escaleras tras haber sido arrasado la planta de arriba en menos de 20 minutos. Ya parecía más tranquila, el collar ya estaba en mis manos ¡y nadie me lo podría arrebatar!


Pregunté a una dependienta si sabía algo de tal camiseta, se la describí y me dijo que normal que no la hubiera encontrado, pues al ser unisex se encontraba en la planta de chicos. 


Conseguí hacerme con la camiseta, pero en vez de la talla M compré la L. 


Tras haber logrado encontrar el collar de lentejuelas, bajé inmediatamente a la sección de chicos para probar suerte y ver si la encontraba allí. Y efectivamente estaba, aunque sólo quedaba una. Corrí como una loca para cogerla. ¡Y ya era mía! Me decepcionó un poco ver que era una talla más grande, pero los remordimientos se me pasaron porque me contentaba con tenerla ¡qué ilusión! 


No había nadie, nomas un chico mirándose pasivamente las prendas. Yo creo que se asustó al verme, llevaba una cara de "mujeres desesperadas" que no me aguantaba, jeje. 


Me la probé y, aunque me quedase un poco grandecita, holgada, me dije a mi misma: "de que te quejas, si ya es tuya!"
























Tras haber pagado salí inmediatamente de la tienda, contentísima pero muy cansada. "Al fin había logrado lo que tanto perseguía", pensaba mientras me alejaba hacia casa con el fin de volver al instituto y retomar las clases. Me daba lástima la gente que aún seguía allí, esperando entrar en la tienda como yo había hecho 20 minutos antes. Quedaría todo arrasado y su espera no tendría recompensa debido a la desastrosa organización de venda.


No pienso hablar del tema de "ebay" por que me parece indignarte.


Una experiencia agotadora y algo estresante, que a pesar de los buenos resultados, dudo volver a repetir

PD: en breve os mostraré mis regalos del aniversario, que coincidió con el día de la mujer trabajadora y la venda de Marni para H & M.

5 comentarios:

Unknown dijo...

Siempre pasa igual con estas colecciones, en menos de 5 minutos se agotan. Se que muchas chicas que entraron después, no puedieron llevarse nada, porque no quedaba nada. Deberían hacer las cosas mejor.

Besos y enhorabuena por tus compras!

Lorena B (La Moda è Vita) dijo...

Yo debo de ser un bicho raro pero esq evito todo este tipo de colecciones por el rollo que se forma para poder comrpar!Besitos
http://lamodaevita.blogspot.com

Isa dijo...

Yo lo de las colas, y lo de tanta gente no lo puedo soportar, así que prefiero quedarme sin algo que quería. Por ejemplo, el cuello negro es una de las cosas que quería.

Un beso

Weysa dijo...

Que agobio, la verdad que no tengo posibilidad de acceder a estas colecciones porque en mi ciudad no hay H&M, pero aunque lo hubiera yo no se hasta que punto haria cola para compar...

bubbles and windmills dijo...

qué suerte, aquí no hay Marni :(

bubblesandwindmills.blogspot.com